Apreciados,
lectores, y amigos quienes me siguen constantemente, hoy vamos a conversar un
poco sobre la violencia en el trabajo, un tema para todos los trabajadores, que
día a día pueden o padecen, en este transitar, se puede indicar que la violencia
es un fenómeno que involucra a seres humanos en diversas circunstancias y
entornos, afectando la salud, el desarrollo social y económico de sectores de
la población; así mismo se puede definir como el tipo de interacción humana que
se manifiesta en aquellas conductas o situaciones que, de forma deliberada,
provocan, o amenazan con hacerlo, un daño o sometimiento grave (físico, sexual
o psicológico) a un individuo o una colectividad que los afectan de tal manera
que limitan sus potencialidades presentes o futuras.
Este
fenómeno social que se da en el ámbito de las relaciones laborales, cuando se
ejerce una violencia psicológica extrema y prolongada en el tiempo en España se
lo ha calificado como un psico- terror laboral.
La
violencia laboral afecta a la dignidad de millones de personas en todo el mundo,
es fuente de desigualdad, discriminación y conflicto en el trabajo; la
violencia laboral ya sea física o psicológica, se ha convertido en un problema
mundial que atraviesa las fronteras, los contextos de trabajo y los grupos profesionales,
por su importancia hoy es preocupación prioritaria en los países desarrollados
y países en desarrollo.
En
la violencia laboral existe maltrato físico, psíquico, moral y social,
manifestado como una hostilidad continua y repetida en forma de insultos,
hostigamiento psicológico, desprecio y crítica.
Amigos
lectores, se puede indicar que el cambio de funciones u horarios, sobrecarga de
trabajo ·
Demanda de una tarea para la que no está capacitada · Indicaciones contradictorias · Sanciones injustificadas · Constante bloqueo de
iniciativas de interacción generando aislamiento en el trabajador/a. · Prohibir hablar con
compañeros/as. ·
Ejercer cambios de oficina o lugar de trabajo para separarlo de su grupo
cercano. ·
Obligar a realizar tareas denigrantes. ·
Corregir o reprobar permanentemente las tareas realizadas · Juzgar de manera ofensiva su
desempeño. ·
Asignar tareas sin sentido con el fin de humillar. · Encargar trabajos imposibles
de cumplir u obstaculizar la tarea para que no pueda ser llevada a cabo. · Amenazar con despidos sin
fundamento real, es considerado violencia en el trabajo.
El
racismo, el desprecio y la violación de los Derechos Humanos y libertades
fundamentales, en función del color de la piel o la procedencia de un ser
humano, trae consigo posturas sociales muy injustas y sobre todo muy peligrosas
y violentas. El racismo es violencia.
Al
igual que el machismo, la explotación,
el fundamentalismo; luchar contra el
racismo y la xenofobia es luchar contra la desigualdad, contra la
uniformidad, contra la intolerancia, contra la pobreza, y es apostar por la
diversidad cultural y la convivencia social pluricultural.
Mis
apreciados amigos, al remontarnos sobre el racismo que es violencia, no podemos
escapar a profundizar este tema el racismo hoy adopta formas diversas
dependiendo de las regiones o los países, pero siempre conllevan discriminación, rechazo cultural, rechazo a
modos y estilos de vida, y se manifiesta en las diversas sociedades como
negación de derechos, acoso, explotación, violencia física e incluso limpiezas
étnicas, en definitiva, seres humanos que rechazan a otro ser humanos.
Algunos
autores han definido la violencia laboral como toda acción ejercida en el
ámbito de trabajo que manifieste abuso de poder por parte del empleador del
personal jerárquico, de quien tenga la función de mando de un tercero vinculado
directa o indirectamente con él o de quien tenga influencia de cualquier tipo
sobre la superioridad.
Existen
muchos casos de violencia y acoso sexual en el lugar de trabajo que afectan
tanto a mujeres como a hombres. Si bien la violencia ejercida en el trabajo
puede variar en función del nivel de desarrollo de cada país, sus formas más habituales
se dan en todo el mundo. Las normas y las legislaciones nacionales de las
Naciones Unidas, toda insinuación inaceptable de índole sexual, solicitud de
favor sexual, conducta verbal o física, gesto de características sexistas, o
cualquier otro comportamiento sexual que de forma razonable pueda considerarse
motivo de ofensa o humillación con respecto a una persona, o percibirse como
tal, se ajusta a la definición de acoso sexual, independientemente de que la
víctima sea un hombre o una mujer.
Además
de las consecuencias adversas en los planos psicológico y físico que el acoso
sexual puede provocar a las víctimas.
En
la actualidad, casi todo el mundo en la fábrica es consciente de que el acoso
sexual también comprende, entre muchas otras acciones, las miradas constantes,
las llamadas telefónicas obscenas, los mensajes pornográficos, la formulación
de proposiciones sexuales explícitas en el trabajo o fuera del mismo, y la
atención sexual no deseada.
El
acoso sexual provoca ansiedad, perjuicios y sufrimiento, y en situaciones
extremas es causa de asesinatos o suicidios.
Los
numerosos escándalos de alto nivel que han surgido en los ámbitos de los medios
de comunicación y la política han puesto de manifiesto el problema de la
violencia y el acoso en el trabajo. No obstante, dicho problema no repercute
únicamente en la industria del cine y las esferas del poder. Afecta a casi
todos los sectores industriales en todo el mundo. Por otro lado, cada vez se
reconoce más que los gobiernos, empleadores y sindicatos tienen el deber de
hacer frente a toda forma de violencia y acoso en el trabajo. En Canadá, por
ejemplo, varios empleadores refrendan la labor de Unifor, el principal
sindicato del país, cuyo objetivo es brindar asistencia a mujeres que han
padecido acoso, violencia o abusos.
Las
conductas irrespetuosas en el lugar de trabajo, en particular la violencia, el
acoso y la intimidación, o la violencia doméstica, que se dejen sin subsanar
pueden provocar la desmotivación de los empleados y el aumento del índice de
renovación del personal, sin perjuicio de propiciar un entorno laboral hostil.
La
violencia y el acoso en el trabajo inciden de forma adversa en la salud física
y mental de los trabajadores, y por ende, en su productividad y moral, y pueden
provocar casos de absentismo, aumento del número de bajas por enfermedad y
renuncias laborales. Todo ello perjudica a su vez claramente al empleador.
Amigos
y apreciados lectores, revisando material en cuestión no existe ninguna
definición de violencia o acoso en el ámbito laboral acordada a nivel
internacional. Varios países han aprobado legislaciones en virtud de las cuales
se proporcionan diversas definiciones de violencia y acoso.
Según
los expertos de la OIT, indica que aunque cada tipo de comportamiento provoca
daños distintos, todos ellos menoscaban la dignidad, seguridad y salud de la
persona que es objeto de violencia o acoso. Habida cuenta de ello, es necesario
elaborar una normativa a nivel internacional que ofrezca una comprensión más
cabal del alcance de la violencia y del acoso en el ámbito laboral, así como de
los comportamientos y las prácticas que son aceptables o inaceptables.