martes, 23 de junio de 2020

ABOGADO


Este 23 de Junio, nos hace recordar a los juristas e innovadores en la Ciencia del Derecho como Marco Tulio Cicerón, Ulpiano, Bártolo de Sassoferrato, Chiovenda, Couture, entre otros.
Al visualizar la dama ciega, nos remontamos a la época griega, Themis esa diosa de la justicia quien guiaba hacia el buen camino, era generosa y también establecía orden entre buenos hábitos y leyes.
Esta diosa, dirigía el orden natural de la unión entre un hombre y una mujer; la imagen de esta diosa es retratada con una venda en los ojos lo cual significa ecuanimidad; una balanza en una mano lo cual significa justicia; una espada en otra mano que significa represión para el culpable.
El origen de esta profesión es tan antiguo como el mundo mismo, por­que en todas las épocas la ignorancia ha sido patrimonio de la mayoría de los hombres y siempre la injusticia se ha ensañado en contra de ellos, pero también en todos los tiempos algunas personas se han dis­tinguido, por su celo y su talento y a ellos acudían los desamparados convirtiéndose en sus patrones y defensores.
La profesión de abogado se remonta a época del imperio romano, periodo en que se crean los primeros textos jurídicos, y se construye el sistema jurídico romano, apareciendo la figura del defensor de los derechos, bienes e interés de forma individual
La abogacía es una profesión profundamente ligada a la historia de la humanidad, surge como consecuencia de la necesidad de interpretar el gran conjunto de normas surgidas de las costumbres sociales y de la moral, así como de la incipiente y aún primitiva ley.
La aparición de la sociedad humana implicó simultáneamente la del derecho y, consecuentemente, la del abogado.
La función del abogado es tan necesaria en la vida de la sociedad como la del juez, de quien el abogado es colaborador.
El abogado ha de ser un letrado, en todos los tiempos por excelencia, respetable por la ciencia importante que posee, fundamental para la convivencia.
En los actuales momentos en que vive el mundo y nuestro país, por la  pandemia el covid19, se ha producido una alteración social, cultural y jurídico, que culminara con un nuevo modelo social y cultural a nivel mundial, el mundo no será igual al que conocimos hasta ahora, la forma en que ejercernos nuestra profesión no va a escapar de ese cambio, y la profesión no será la misma que conocimos, quien no pueda adaptarse a esta realidad quedara fuera del nuevo orden; nos debemos preguntamos si estamos preparados para estos profundos cambios.
Cada día nuestra vocación ha de luchar por un estado de derecho, como el orden justo y equilibrado que debe componer la institucionalidad del Estado de derecho en la sociedad, a través del respeto de la dignidad de la persona y de la garantía universal y de la preeminencia de los derechos humanos.
Debo acotar un poema, escrito por el jurista argentino Horacio Alberto Vero, que se titula Yo Soy Abogado, el que abre el escritorio y sale a ganarse el mango, porque se vienen las cuentas y todo sigue a despacho, el que no tiene licencias, ni salarios, ni aguinaldo, y debe pelearla duro, porque se cobra salteado; el que tantas veces pone su paciencia de artesano para llegar al final con deudor insolventado. El de cédulas y oficios, a pulmón diligenciados.
       El que debe tolerar el sistema colapsado, las nuevas disposiciones de Rentas y de Catastro los timbrados del Registro y el humor del funcionario.
       Para finalizar apreciados colegas, el Abogado no puede abandonar su misión mientras haya un débil a quien fortalecer con razón.


ABG. LUIS FELIPE FLORES SUAREZ